El blog de Félix Sanz

2022-09-16 21:47:18 By : Mr. George Liao

Blog de Climatización y Confort

4 noviembre, 2021 Félix Sanz 1 COMENTARIO

En Climatización y Confort

¿Son los frigoristas ‘técnicos invisibles’? Las tecnologías del frío están presentes en todo momento de nuestras vidas. Son necesarias para garantizar el confort en nuestros hogares y centros de trabajo, para asegurar que los alimentos que consumimos son seguros, para obtener los niveles sanitarios con que contamos ahora mismo y que nos permiten vivir mejor más tiempo, para posibilitar nuestro avanzado sistema de comunicaciones… y un largo etcétera.

Si de ellas dependen nuestro bienestar y nuestra economía –impactan en más del 40 % del PIB en España-, ¿por qué son unas tecnologías invisibles?

Durante la pandemia de la COVID-19, usamos el lema “los técnicos invisibles lo hacen posible”. Así fue. Gracias a los técnicos de la refrigeración fue posible, por ejemplo, montar en un tiempo récord un hospital de campaña en IFEMA, el recinto ferial de Madrid.

También fue posible disponer de unas vacunas que necesitaban temperaturas de congelación muy bajas para su conservación. En esos momentos, alguien comenzó a fijarse en nosotros y obtuvimos el reconocimiento oficial, por ejemplo, de la Junta de Extremadura, como el sector esencial que somos.

En los próximos días, el sector de la refrigeración volverá a reunirse en el Salón C&R. Lo hará en los mismos pabellones que acogieron a enfermos de coronavirus en la primavera de 2020.

Muchos recordarán el esfuerzo con que se trabajó para que los servicios sanitarios pudieran dar lo mejor de sí mismos al servicio de la sociedad. Esta cita será especialmente emotiva por el reencuentro con muchos compañeros tras un año de incertidumbre y también porque nosotros hicimos posible lo que fue uno de los hitos, que no el único, de la lucha contra la pandemia.

AEFYT vuelve al C&R con una apuesta firme por la formación desde el Taller de Refrigeración que organizamos junto con el Centro de Formación en Tecnologías del Frío del Moratalaz.

Por él pasarán futuros frigoristas a los que, además de enseñarles las últimas tecnologías del frío, les transmitiremos el orgullo del oficio.

La profesión de frigorista no conoce el desempleo, permite realizar carreras de largo recorrido con proyección personal y profesional, utiliza las nuevas tecnologías, abre campos de actividad variados…Estas razones bastarían para dar visibilidad a los profesionales del frío.

Pero pedimos más, pedimos una formación profesional dual que sea capaz de captar y transmitir vocaciones y que consiga presentarse ante la sociedad como lo que es: un camino de futuro, de desarrollo y de consideración social.

La visibilidad del trabajo del frigorista debe partir de las etapas de la formación en que los jóvenes comienzan a buscar aquello que les ocupará durante sus años de trabajo en activo.

Por eso, debemos implicar al sistema educativo para que, junto con las empresas, proyecten hacia la sociedad las enormes ventajas de una profesión destinada a seguir garantizando el bienestar de la sociedad y a participar en las grandes revoluciones que tenemos por delante: la transición ecológica, la transición digital y la recuperación económica desde parámetros de sostenibilidad y competitividad.

Porque hablar de refrigeración es hablar de I+D+i, es hablar de medioambiente, es hablar de tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial o la realidad virtual …

Todo esto hemos de transmitírselo a los jóvenes, que también desean participar de los cambios sociales, medioambientales y económicos a los que nos estamos enfrentando.

Desde el sector de la refrigeración pueden ser protagonistas de este cambio. Lo hemos visto en los meses pasados y lo seguiremos viendo en el futuro. Este esuno de los sectores industriales más dinámicos del momento.

No obstante, para avanzar con paso más firme, es necesaria también la implicación de las Administraciones Públicas tanto a través del sistema educativo como de otras herramientas, fiscales y burocráticas, que faciliten el crecimiento y la visibilidad de nuestro sector.

¿Creéis que algún día llegará esa merecida visibilidad?

27 abril, 2021 Félix Sanz HAZ UN COMENTARIO

En Climatización y Confort

El sector del frío impacta en más del 50 % del PIB en España a través de sectores tractores de la economía como son el horeca, el alimentario, las telecomunicaciones, la sanidad, etc. que necesitan de la refrigeración y de la climatización para funcionar.

En el amplio alcance de esta industria hacia otros sectores económicos radica la importancia de realizar una migración hacia sistemas frigoríficos modernos con refrigerantes de bajas o nulas emisiones y alta capacidad de enfriamiento, que deriva en ahorros energéticos de hasta el 30 %.

La disponibilidad de refrigerantes respetuosos con el medioambiente y aptos para ser usados en diferentes instalaciones en función de las necesidades es, hoy, una realidad.

La industria del frío dispone de dos grandes familias de fluidos capaces de responder con solvencia a los objetivos climáticos de los clientes usuarios de frío: naturales y los HFO.

Afortunadamente, los profesionales de la refrigeración son capaces de trabajar con cualquier refrigerante con garantías de seguridad, eficiencia energética y respeto del medioambiente.

Si hace 25 años era habitual liberar refrigerantes HFC a la atmósfera, ahora todos vemos esa práctica como algo lejano y nefasto que nunca debía haberse realizado.

Una tendencia que ha llegado para quedarse es la de los refrigerantes naturales. Aquí también las soluciones son variadas y aptas para diferentes tipos de instalaciones.

De este modo, el CO2 se impone en la refrigeración comercial centralizada; el propano es utilizado en sistemas de baja carga en instalaciones condensadas con lazo de agua; el NH3 (amoniaco) en las instalaciones que necesitan grandes potencias frigoríficas y en los sistemas indirectos; y, por último, el aire también se plantea como alternativa a muy bajas temperaturas.

Por supuesto, el agua, que siempre se ha utilizado como medio de refrigeración, es otro refrigerante natural que continúa utilizándose en ciclos de compresión especiales, así como en los sistemas de condensación bien en torres de recuperación de agua, en condensadores evaporativos o en los adiabáticos o híbridos.

Durante las pasadas décadas, el R410A dominó el mercado del acondicionamiento del aire doméstico al responder a las exigencias del Protocolo de Montreal, cuyo objetivo era eliminar el uso de los gases refrigerantes que agotan la capa de ozono.

Sin embargo, su alto Potencial de Calentamiento Atmosférico (PCA) hizo que el Reglamento F-Gas pusiera fecha a su salida del mercado para dar paso a nuevos equipos en el año 2025.

Este hecho, ha obligado a reaccionar a la industria química creando la denominada 4ª generación de gases fluorados.

Para permitir su utilización se han tenido que adaptar las normativas de seguridad con la creación de una nueva clase de seguridad dentro del grupo 2 diferenciando entre fluidos de baja inflamabilidad (clase 2L) y fluidos de media inflamabilidad (clase 2).

En concreto, en nuestro país, se ha tenido que adaptar el Reglamento de Seguridad para Instalaciones Frigoríficas (RSIF) para permitir su utilización.

El cambio para sustituir los HFC es un hecho y, en la actualidad, en el mercado existe una amplia gama de alternativas HFO (hidrofluoroolefinas), compuestos formados por átomos de hidrógeno, flúor y carbono, que ofrecen un potencial de agotamiento de ozono igual a cero y bajo potencial de calentamiento global.

Los HFO son, actualmente, las soluciones de menor impacto ambiental de los gases fluorados utilizados en sistemas de acondicionamiento de aire de vehículos y en enfriadoras.

Estas sustancias puras se pueden mezclar con otros HFC u otros gases para disponer de soluciones no inflamables (A1) menos agresivas con el medioambiente.

La gran ventaja de los refrigerantes A2L es la facilidad de manejo, y su inconveniente es la duda que genera a largo plazo en su interacción con el medioambiente.

El coste del refrigerante, aunque también es un factor importante, tiene una influencia inferior cuando se compara con otras alternativas.

Si echamos la vista atrás, con la eliminación gradual del uso de gases refrigerantes de alto Potencial de Calentamiento Atmosférico que comenzó en el año 2015 y que culminará en 2030, podemos decir que la industria ha hecho sus deberes y ha sacado buena nota.

El principal escollo que están encontrando los esfuerzos de toda la cadena de valor – fabricantes de equipos, de fluidos, distribuidores, instaladores y usuarios –  es la intensa actividad del mercado negro de HFC que, según el European Fluorocarbons Technical Committee (EFCTC), en el año 2018 aportó a la atmosfera hasta 34 millones de toneladas equivalentes de CO2.

Una cifra que nos da una idea del daño que este supone para la industria legal, además de que el perjuicio al medioambiente es enorme.

En Aefyt trabajamos bajo la idea de que el desarrollo sostenible no solo es necesario, sino que es una gran oportunidad para la industria del frío.

 De hecho, siempre insistimos en que cuando se realice un análisis económico en refrigeración se considere siempre el ciclo de vida de los equipos e instalaciones.

Además, nuestras empresas lideran el cambio cultural y tecnológico que, sin embargo, se encuentra también expectante ante la deriva que pueda tomar la crisis económica derivada de la crisis sanitaria de la COVID-19.

Por ello, la transición ecológica debería estar apoyada por iniciativas financieras que ayuden a nuestros clientes finales a realizar el cambio.

Ese es el objetivo del proyecto ‘Refrigenia 4.0’. Se trata de la Manifestación de Interés que desde nuestra entidad hemos presentado, junto con otras organizaciones y en el marco de los fondos de recuperación, que quiere contribuir a la modernización de cinco subsectores de la industria agropecuaria (lácteo, cárnico, perecederos, vino y aceite).

Una modernización que, sin duda, pasa, por una doble transición: la digital y la medioambiental.

14 diciembre, 2020 Félix Sanz HAZ UN COMENTARIO

En Climatización y Confort

La Unión Europea se ha marcado un objetivo ambicioso. La estrategia a largo plazo para 2050 apuesta por una Europa climáticamente neutra para este año.

El Green Deal quiere que nuestro continente lidere el camino hacia la neutralidad climática mediante la inversión en soluciones tecnológicas realistas, la capacitación de los ciudadanos y la armonización en las acciones que se tomen desde los ámbitos industrial, financiero y científico.

Pero, seamos realistas, lo más seguro es que todo ello vaya acompañado de una legislación que penalizará el excesivo uso de energía.

En todo esto, la refrigeración tiene un papel primordial, si consideramos que, en la actualidad, los sistemas de refrigeración y calefacción consumen una parte considerable de la energía producida.

Lo que podría parecer un objetivo difícil de alcanzar y muy costoso, las empresas de la refrigeración lo han convertido en una gran oportunidad para la industria del frío. Y, es más, están dispuestas a liderar el cambio cultural y tecnológico que conlleva el Green Deal europeo.

Para trabajar bajo la impronta del desarrollo sostenible debemos tener una visión holística que incluya sistemas frigoríficos eficientes energéticamente, refrigerantes de bajo potencial de calentamiento atmosférico (en adelante PCA), control de fugas y de funcionamiento de los equipos y, – esto es muy importante – que considere la totalidad del ciclo de vida de las instalaciones.

Si comenzamos por el último, pero crucial, punto debemos subrayar que solo el análisis del ciclo de vida de las instalaciones, incluidos sus componentes, puede reducir, de forma global, las emisiones que puedan producirse.

Esto requiere del trabajo conjunto de toda la cadena de valor de la refrigeración: fabricantes de equipos y de componentes, instaladores, mantenedores y proveedores de fluidos refrigerantes deben trabajar con el objetivo de alcanzar emisiones cero, lo que también significa reutilizar, reciclar y reducir las materias primas de las que están hechas nuestros equipos.

Algo que, por otra parte, necesita de la colaboración público-privada.

Un aspecto fundamental en el conjunto de las instalaciones, especialmente las destinadas a usuarios finales de frío, es el ecodiseño. Se trata de un concepto en el que se está trabajando intensamente.

El ecodiseño permite reducir la cantidad de materiales que se utilizan en las instalaciones y, sobre todo, posibilita hacerlas más eficientes. El ejemplo más claro son los armarios frigoríficos con puertas que vemos ya en muchos supermercados.

Además, estos grandes consumidores del frío son también pioneros en el aprovechamiento de los sistemas de refrigeración de alimentos para climatizar las salas de venta en lo que constituye otro ejemplo de aprovechamiento óptimo de recursos.

El diseño de las instalaciones sigue la senda de la sostenibilidad,  incluye requisitos de seguridad mejorados –que evitan fugas o las detectan en tiempo real- y se adapta a nuevos fluidos.

El mantenimiento de los sistemas frigoríficos incorpora funciones para la optimización energética con un control en tiempo real de que el sistema está, en cada momento, aportando la potencia frigorífica que se necesita.

En los últimos años, a través especialmente del Reglamento F-Gas, se ha hecho mucho hincapié en la importancia de los refrigerantes para controlar las emisiones a la atmósfera provenientes de las plantas frigoríficas.

Hoy en día, este capítulo estaría prácticamente superado si no fuera por el ingente volumen del mercado negro de gases HFCs, que está dañando al medioambiente a costa de la industria legítima del frío.

Si obviamos esta lacra, hoy en día existen alternativas muy eficientes y de bajas emisiones capaces de dar respuesta a cualquier necesidad de refrigeración.

La denominada cuarta generación de fluidos refrigerantes (HFO) y los gases A2L ligeramente inflamables, y los refrigerantes naturales como el CO2, el amoniaco, el propano y el isobutano son fluidos que aportan soluciones a todo tipo de aplicaciones.

No debemos olvidar hacer un guiño a los sistemas evaporativos utilizados en los sistemas de condensación y que nos permiten reducir considerablemente los consumos energéticos.

Si volvemos a la idea que apuntábamos al principio, a la hora de abordar cualquier instalación frigorífica, es preciso considerar todos estos aspectos: diseño, refrigerantes, control técnico… Pero también debemos tener en cuenta al usuario final.

Desde las empresas instaladoras, eslabón que está en contacto con el cliente, se está haciendo una excelente labor para explicar las ventajas del cambio. Sin embargo, no olvidemos que nos encontramos a las puertas, si no inmersos ya, de una preocupante crisis económica.

No estaría mal que, en el marco de este Green Deal europeo, las autoridades dirigieran una mirada al sector de la refrigeración para ayudar a todos los elementos involucrados, mediante los estímulos convenientes, a decantarse por las opciones más eficientes.

Por tanto, alcanzar la descarbonización en Europa en el año 2050 es cosa de todos: administraciones públicas a todos los niveles incluyendo la vigilancia del mercado, control policial del mercado negro, industria, usuarios finales… El sector del frío está preparado para dar el salto, ¿lo están los demás?

28 septiembre, 2020 Félix Sanz HAZ UN COMENTARIO

En Climatización y Confort

Vivimos probablemente el momento de cambio más rápido y radical en la historia de las tecnologías del frío.

Éstas participan en la revolución digital y medioambiental que define lo que puede ser la mayor transformación en los sistemas de producción y de consumo desde la revolución industrial del siglo XIX.

A menudo nos centramos en la descripción de las técnicas que nos conducen a implementar estos cambios, olvidando el factor humano que hay detrás de ellas. Técnicos frigoristas e ingenieros están haciendo un esfuerzo enorme (y exitoso) para introducir las tecnologías del frío en la industria 5.0. y, detrás de él, aparecen tres palabras fundamentales en este contexto: la formación, la formación y la formación.

Voy a enumerar tres razones por las que es importante que, tanto las empresas en la vertiente de la formación continua de sus empleados como el sistema público de educación profesional, inviertan en formación en este sector.

Conscientes de estos problemas, AEFYT, como la asociación representativa de la industria del frío en España, tiene la formación en el núcleo de su razón de ser.

Esto es así desde una doble vertiente: la demanda de una formación profesional de base que ponga el valor la profesión del frigorista y la oferta de cursos que permitan a las empresas realizar una labor de formación continua en los últimos avances tecnológicos de este sector.

Cientos de alumnos pasan cada año por nuestros cursos, que son impartidos por profesionales que aúnan práctica docente con práctica profesional y que permiten actualizar continuamente las nuevas tecnologías que se aplican en los sistemas frigoríficos.

En este contexto, la pandemia Covid-19 ha sido un acelerador de una tendencia que ya pisaba con fuerza: la educación online. Incluso en los peores momentos del confinamiento, la formación en nuestra casa ha continuado.

Aunque la plataforma virtual de AEFYT estaba ya en funcionamiento desde hacía más de un año, esta adaptación rápida al “todo online” nos ha hecho aprender y perfeccionarnos en la manera de impartir cursos de frío de una manera totalmente eficaz. Un ejemplo es el Curso Online de Refrigeración, que iniciamos en el mes de octubre, que hemos actualizado y adaptado al formato digital con gran éxito.

Cuando comienza un nuevo curso académico marcado por la incertidumbre y por la restricción de actividades que están sujetas a distanciamiento social, el mensaje es claro: la formación en el sector del frío no puede parar.

Hemos visto, por las razones expuestas anteriormente, que nos jugamos mucho en el reto de actualizar constantemente los conocimientos de los profesionales en activo y de atraer a jóvenes talentos a una profesión importante como pocas.

La labor de estas personas contribuye a crear y conservar vacunas, a que comamos alimentos variados y saludables, a que nos comuniquemos en nuestras videoconferencias e, incluso, a viajar a las estrellas.

20 abril, 2020 Félix Sanz HAZ UN COMENTARIO

En Climatización y Confort

Tras treinta años trabajando en el frío, cuando ya decía que mi vida había sido un deambular permanente con los cambios de refrigerantes, cuando ya había asumido la electronificación, la digitalización y hasta la inteligencia artificial, cuando había sorteado las crisis post-Expo Olímpica del 92, la punto.com y la gran crisis del 2008, me llegó la pandemia del coronavirus metiéndome de lleno en el siglo XXI y adelantando la historia más de treinta años.

Esto me lleva a hablar de lo que es la refrigeración, que es, junto a otras pasiones, lo que más me gusta; y, a la vez, de esta crisis del coronavirus, que es lo que menos me gusta.

La refrigeración está mostrando su potencial en la crisis del coronavirus cuando entre otros profesionales se ve a frigoristas adaptando instalaciones muy necesarias para la población. Por ejemplo, y entre otras, las de Ifema en Madrid para utilizarlo como hospital. También se observa en el transporte de alimentos y en los supermercados, y aunque no se ve, pero también está, en los mantenimientos de los sistemas de telecomunicación. El frío es un agente básico que soporta a todas las sociedades avanzadas independientemente de su estructura política, social y económica.

La sociedad actual es interdependiente, y todos los sectores de la misma son necesarios, ninguno sobra. Si alguno falta en un momento determinado, todo el sistema se debilita. A la vez, todos somos servidores de los demás. Es esta labor la que me gustaría resaltar y, además, reivindicar la profesión de frigorista como una profesión de servicio social.

Y es que estos días nos están cambiando la vida a tod@s, y las conversaciones simples se vuelven profundas, y las profundas a veces dejan de tener sentido. Por ejemplo, hablando con un compañero más joven que yo por teléfono, me dijo que le daba gracias a la vida por cómo le iba, al decirle que yo también y que le ganaba por unos años ya que en mayo hago los 60, me felicitó, por el tiempo que llevo ganado. Parece una estupidez, pero me está afectando. A partir de ahora todo lo que haga será para dar las gracias a los que me animan porque se lo merecen, y a los que en cierta medida creen juzgarme, les doy también las gracias por ayudarme a ser mejor y a continuar en este esfuerzo de superación.

El coronavirus está afectando al sector de la refrigeración, y ahora más que nunca entre otras acciones se necesita apoyar al total del tejido empresarial, dar ayudas económicas reales a pymes, y particularmente a los autónomos, reducir o condonar el pago de impuestos para favorecer la cadena de pagos, congelar las cuotas de los que están cerrados forzosamente, realizar una valoración correcta respecto a la aplicación de restricciones, etc.

Respecto al futuro, creo que las instalaciones frigoríficas, al igual que siempre se han diseñado en los barcos, deberán estar preparadas para funcionar en cualquier circunstancia, eventualidad o catástrofe que pueda ocurrir porque lo que conservan son alimentos, medicinas, ordenadores, etc., y eso es más valioso que la propia instalación, e incluso, que el personal que la cuida.

Las instalaciones frigoríficas tendrán que estar preparadas para su funcionamiento autónomo y a la vez integradas en redes, tendrán que ser energéticamente autosuficientes e independientes, tendrán que ser inmunes a contaminantes externos (sustancias químicas, radiaciones, virus informáticos, etc.), tendrán que utilizar la inteligencia artificial a la vez que poder actuar manualmente y, todo ello, sencillamente porque ya sabemos que una tostada untada con mantequilla y mermelada siempre cae al suelo por la parte untada, y la única solución es que no se caiga al suelo antes de llegar a la boca.

Si se quiere potenciar el servicio al que la sociedad nos somete como tecnología o engranaje esencial, la refrigeración se tiene que fortalecer para no fallar nunca.

¡Se está demostrando en esta crisis del COVID-19!

18 febrero, 2020 Félix Sanz HAZ UN COMENTARIO

En Climatización y Confort

El Real Decreto 552/2019, que aprueba el Reglamento de Seguridad para Instalaciones Frigoríficas (RSIF) y sus Instrucciones Técnicas Complementarias es el documento base para todo profesional de la refrigeración, ya que define el entorno donde se desarrolla la ejecución de este tipo de instalaciones.

Es un Reglamento de Seguridad donde tanto el medioambiente como la seguridad de las personas se tienen en cuenta por igual. Si una práctica o instalación no es adecuada para el medioambiente, tampoco puede serlo para las personas. Y, si es peligrosa para las personas, también lo es para el medioambiente. La compatibilidad humana y del medioambiente es una premisa que se ha tenido en cuenta en todos y cada uno de los puntos de este RSIF. No podemos olvidar que, sin un medioambiente sano, el desarrollo humano encontrará muchas dificultades. Por ello, la disyuntiva de elegir entre éste o la seguridad de las personas no es posible: ambas premisas tienen que ir unidas.

La gran aportación introducida en este nuevo RSIF es la incorporación de las adaptaciones realizadas en la norma EN 378:2016, en la que se establecen las condiciones para la utilización segura de los refrigerantes inflamables, e incluye dentro del grupo L2 las clases A2L y B2L, definidas como de menor riesgo que las A2 y B2.

Esta introducción permite solventar la problemática existente en la eliminación de los refrigerantes hidro-fluoro-carbonados HFC con un potencial de calentamiento atmosférico elevado con refrigerantes ligeramente inflamables, los cuales pueden ser gestionados por los profesionales con medidas de seguridad adicionales ligeramente más rigurosas que las empleadas anteriormente.

Salvadas estas particularidades, relacionadas con la determinación de la carga de gas en cada sistema frigorífico así como ciertos métodos de trabajo, los trabajos pueden ser realizados por los mismos profesionales y con costes económicos parecidos a los existentes hasta la fecha.

La elaboración del nuevo RSIF se ha desarrollado durante un periodo de tiempo extenso y han intervenido organismos de la administración pública y autonómica, así como asociaciones empresariales y profesionales.

Este procedimiento, que sin ninguna duda es enriquecedor, conlleva ralentización en los procesos. De hecho, durante el desarrollo inicial de todo el articulado se avanzaba a un ritmo pausado, pero cuando al final se agotaba el tiempo, porque se acercaban los límites marcados por el Reglamento de Gases Fluorados en el uso de ciertos refrigerantes, hubo que acelerarlo para que los trámites administrativos pudiesen avanzar, sin que los textos fueran debatidos con la tranquilidad y sosiego que algunos asistentes requerían.

En este sentido, la última instrucción técnica IF-20 sobre “Instalaciones térmicas en los edificios con circuitos primarios en equipos compactos que utilizan refrigerantes de los grupos L2 y L3. Condiciones especiales” apareció publicada sin haber sido debatida por los participantes del grupo de trabajo donde se elaboró y discutió el texto de todo el RSIF.

Las aportaciones externas a los grupos de trabajo son legítimas, pero no deberían caer en aparentes contradicciones con otras partes del mismo RSIF. Esto es consecuencia de la falta de tiempo del desarrollo indicado.

El RSIF también recoge la exclusión de ciertos equipos frigoríficos con carga de refrigerante inferior a 500 gramos de R290. Esto, aunque facilitará el desarrollo de este tipo de instalaciones, introduce alguna incertidumbre en el reglamento ya que, anteriormente, se habían tomado los 150 gramos de propano como referencias en otras partes del mismo, y no se han actualizado adecuadamente a la base de 500 gramos.

Esto podría crear problemas porque pueden encontrarse valores distintos según se realice el análisis con una sección u otra del reglamento. Sin embargo, dado que se trata de un reglamento de seguridad, es sabido que debe utilizarse el valor más seguro y que menos riesgos puede plantear de cara a la seguridad de las personas y del medioambiente.

Aefyt, como asociación patronal integrada por empresas del sector que ha promovido e impulsado desde su primera edición el RSIF mediante la participación activa de su Comité Técnico, ha querido facilitar las observaciones que podrían permitir una mejor interpretación del texto.

Tomando en consideración el espíritu que se desprende de diferentes reglamentos y normas internacionales, la entidad ha desarrollado una Guía Interpretativa del Reglamento que publicará próximamente. En ella, y en concreto con un formato de preguntas con un formato de preguntas donde se plantean dudas y las respuestas que las aclaran. también ha colaborado con la Administración.

Siendo el objeto de este Reglamento la seguridad de las personas, el medioambiente y los bienes de producción y consumo, los profesionales responsables del diseño, ejecución, mantenimiento y desmantelamiento de las instalaciones en las que se aplica, y muy especialmente los usuarios, deberían priorizar estos criterios a través del cumplimiento estricto de las prescripciones del articulado e Instrucciones Técnicas Complementarias. O también mediante la justificación de medidas de seguridad equivalentes, propuestas con antelación suficiente ante el órgano competente

Ingeniero industrial. Profesor numerario de tecnología en F.P. y Director Técnico de Refrigeración y A.A. Me incorporé a AEFYT como Adjunto a la Gerencia en 2018. Desde allí aporto mi experiencia para formar a los profesionales del sector del frío y ayudar a las empresas a implementar los cambios tecnológicos y legislativos que afronta el sector. Soy un apasionado de la historia, de la pintura y de los viajes.