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La vivienda familiar en La Mata (Grado), donde Eduardo Suárez Colunga perdió la vida el pasado domingo. / JUAN CARLOS ROMÁN
De estado «extremadamente grave», según fuentes médicas, es el pronóstico de la madre y los dos hijos que resultaron intoxicados en su vivienda de La Mata, en Grado, el pasado domingo, en un accidente en el que el padre, Eduardo Suárez Colunga, perdió la vida. La esposa, Covadonda López-Acevedo, y su hijo, de 9 años, permanecen ingresados en el hospital universitario Marqués de Valdecilla, adonde fueron trasladados en la tarde del domingo, y que es el centro de referencia del norte de España en terapia hiperbárica, el tratamiento recomendado en intoxicaciones de monóxido de carbono. La hija mayor del matrimonio, de 11 años, permanece ingresada en el HUCA.
La mala combustión de un generador en la vivienda parece haber sido la causa de la intoxicación por monóxido de carbono que produjo el fallecimiento del padre de la familia y que ha provocado graves lesiones en la madre y los pequeños, de 9 y 11 años de edad. A falta de la confirmación oficial tras el fin de las investigaciones que está llevando a cabo el equipo territorial de la Policía Judicial de la compañía de la Guardia Civil de Oviedo, todo parece indicar que el accidente fue producido por una mala combustión de un generador, ubicado en la planta baja de la vivienda, situada en la zona de La Granja.
Aún es pronto para conocer cómo será la evolución de los heridos. «Depende de la cantidad de monóxido de carbono que se haya inhalado, que lleva a desplazar el oxígeno de la sangre. Por encima de ciertos niveles es preciso una restitución para que se consiga la oxigenación adecuada», explica el neumólogo Manuel Martínez. Por ello, cree Martínez, se desplazó a los afectados hasta el centro médico cántabro, «para intentar sacarlos adelante». Sin embargo, el pronóstico a última hora de la tarde de ayer era tanto para la madre como para los dos pequeños, de «extremadamente grave, una situación muy delicada».
Las cámaras hiperbáricas, tanques de acero hermético capaz de soportar presiones mayores a la atmosférica, son dispositivos médicos para aplicar una presión atmosférica elevada de oxígeno puro al cuerpo, con el fin de que este elemento llegue a través del torrente sanguíneo a las áreas donde existe una deficiencia.
¿Secuelas? «De momento, es difícil saber los valores, con lo cual no podemos especular; tampoco sobre las posibles secuelas», dice Martínez, que no quiere aventurarse a valorar el tiempo que precisa este tratamiento ni la respuesta de los pacientes sin saber más datos. La sustancia tóxica provoca que la sangre no se oxigene y de lo que se trata es de recuperar los niveles óptimos lo antes posible para que esa falta de oxígeno no acabe repercutiendo en el cerebro.
Valdecilla dispone de cámara hiperbárica desde 1982, aunque la que funciona actualmente fue renovada en 1993. Tiene capacidad para atender simultáneamente a unos 10 pacientes y está dotada con sistema antiincendios, cámaras de vídeo, dos monitores, medición automática del oxígeno en cada mascarilla y un respirador artificial. Esta instalación es crucial para algunos casos como el de Grado. El pronóstico vendrá condicionado a si la intoxicación hubiera podido generar algún tipo de daño neurológico por falta de oxigenación.
Grado sigue conmocionado con el trágico suceso. Fue a las 12 del mediodía del domingo cuando el Centro de Coordinación de Emergencias recibió un aviso en el que se indicaba que en una vivienda del barrio moscón de La Mata se encontraba tumbado un hombre en el suelo sin aparentes signos vitales. Junto a él se hallaron a su esposa y sus dos hijos, con vida, pero muy graves, un pronóstico que aún persiste.