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Se trata de dos espacios destinados a la producción de material orgánico.
La Dirección de Espacios Verdes de San Juan creó dos composteras que están ubicadas en el interior del Parque de Mayo. Dichos espacios sirven para aprovechar toda la materia orgánica que se genera en este sitio. De esta manera, tratarán de incentivar a la población en esta práctica amigable con el medio ambiente.
En la actualidad existen muchas maneras de colaborar con el cuidado del medio ambiente. Entre ellas, una que creció bastante durante los últimos años, es la producción de compost. Esta técnica consiste en reutilizar todo material orgánico, ya sea vegetal o animal, para que, mediante un proceso de descomposición, que pude llevar de 1 a 4 meses, se transforme en lo que luego servirá de abono para la tierra.
El Parque de Mayo se inició en esta práctica con la construcción de estas composteras, de grandes dimensiones. Al ser un gran espacio verde, consideran que es un excelente generador de la materia prima necesaria para esta práctica de economía circular. El pasto recién cortado, las ramas y hojas producto de la poda son todo lo necesario para este proyecto.
El compost es un excelente mejorador de la estructura del suelo y sirve para mejorar aquellos espacios que se encuentran muy daños, con su aporte de “materia viva”. Gracias a este fertilizante orgánico, el suelo incorpora nutrientes y microorganismos sin la necesidad de recurrir a productos químicos.
De esta menará, el Parque de Mayo producirá su propio fertilizante natural que será usado en todos los pozos, baches y toda la carpeta del espacio verde para realizar las tareas de mantenimiento y jardinería de todo el predio.
La técnica que permite reciclar la materia orgánica que se produce de manera natural o por la mano del hombre, se denomina compostaje. El producto final obtenido por este procedimiento, se llama compost y es usado como abono o fertilizante natural, evitando de esta manera el uso de productos químicos que son perjudiciales para el medio ambiente y la vida humana. Este procedimiento busca colaborar con el medio ambiente "reciclando" los desperdicios y contribuyendo a la economía circular.
El recipiente o espacio construido para llevar adelante el procedimiento se llama compostera. Estas pueden ser de grandes dimensiones o adaptarse a espacios reducidos, como el patio de una casa.
Si bien las hay de muchos tipos, todas deben cumplir con el requisito de un sistema de ventilación para permitir la entrada de oxígeno, un sistema de cierre lateral para conservar la temperatura, y un cierre superior o tapa para evitar inundación de la compostera por lluvias. Independientemente del modelo, la base debe tener contacto con el suelo para permitir ingreso de oxígeno y microorganismos que colaboraran en el proceso.
Para poder obtener compost es necesario primeramente recolectar toda la materia orgánica que podemos encontrar. En el caso de los espacios verdes, hablamos de pasto, hojas, ramas, flores y plantas. También es posible sumarle los desechos orgánicos de una casa como las cascaras de frutas y verduras, café y bolsas de té usadas. En el proceso de descomposición de todas estas materias se obtiene lo que conocemos como abono o fertilizante.
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