¿Qué sabemos de las máquinas de ozono para desinfectar superficies con coronavirus? Por el momento, el Ministerio de Sanidad permite su comercialización siempre que se respeten las medidas de seguridad* · Maldita.es - Periodismo para que no te la cuelen

2022-07-22 21:44:57 By : Ms. Jane Yang

Nos habéis preguntado por el ozono como posible método de desinfección de superficies o ambientes que puedan estar contaminadas por coronavirus. Aunque hay estudios que apuntan a este gas como método contra algunos agentes infeccioso, el ozono no se encuentra entre los productos de la lista oficial de virucidas autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad (de la que ya hablamos aquí), los que deberían ser usados en trabajos de desinfección, ya que han demostrado eficacia frente a virus atendiendo a la norma UNE-EN 14476.

No obstante, el 27 de abril Sanidad publicó una nota técnica en la que afirman que su comercialización está permitida, al menos hasta que concluya su evaluación por parte de la Unión Europea, "siempre que se respeten las medidas de seguridad correspondientes". *

El ozono o productos derivados tampoco se recogen como opción válida para acabar con el coronavirus en superficies y objetos en la lista de desinfectantes eficaces contra el SARS-CoV-2 que proporciona la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que además indica aquí que "no se debe utilizar generadores de ozono" ya que "cuando se usa en concentraciones que no exceden los estándares de salud pública, el ozono aplicado al aire interior no elimina eficazmente virus, bacterias, moho u otros contaminantes biológicos".

El ozono tampoco aparece como recomendación entre las instrucciones de desinfección de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) ni de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En España, según explicaba en este artículo, la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental planteó esta misma cuestión al Ministerio de Sanidad. "En relación a la cuestión que nos plantea, puesto que el ozono no ha sido todavía evaluado a nivel europeo y tampoco a nivel nacional durante el periodo transitorio, no podemos responder a esta cuestión. Únicamente se puede utilizar el ozono cuando ha sido notificado de acuerdo con la Disposición Transitoria segunda del RD 1054/2002, y bajo la responsabilidad del fabricante o comercializador", fue la respuesta.

Sin embargo, el pasado 27 de abril el Ministerio de Sanidad publicó esta nota sobre el uso de productos biocidas para la desinfección del COVID-19 en la que indica que hay sustancias de esta clase cuya comercialización está permitida, al menos hasta que concluya su evaluación por parte de la Unión Europea, "siempre que se respeten las medidas de seguridad correspondientes". Entre ellos, se encuentran las máquinas de ozono.

"Para este tipo de biocidas, cuya comercialización debe haber sido notificada al Ministerio de Sanidad, se recuerda la importancia de seguir las recomendaciones del fabricante", indica la nota y añade que, ante la proliferación en el mercado de dispositivos productores de ozono, el Ministerio advierte de lo siguiente:

"En el laboratorio utilizamos en ocasiones la 'ozonización' para esterilizar material, sobre todo cuando tenemos una contaminación por hongos", explica Pepe Alcamí, virólogo del Instituto de Salud Carlos III, a Maldita Ciencia. "En la literatura científica está documentado que el ozono es activo frente a distintos virus, polio, estomatitis vesicular, ecovirus, coxackie y adenovirus". Aunque el experto no es consciente de estudio alguno sobre su actividad frente a coronavirus.

Por otro lado, Sonia Zuñiga, investigadora del Centro Nacional de Biotecnología en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CNB-CSIC), indica que se ha descrito que el ozono puede ser un buen desinfectante de superficies no porosas, pero no se ha demostrado su eficacia frente a coronavirus (ni este SARS-CoV-2 ni cualquier otro). "Y como digo, de serlo, sería sólo para superficies no porosas", añade.

El Ministerio de Sanidad ha advertido que los dispositivos de luz ultravioleta u ozono pueden causar daños oculares, daños en la piel o irritación de las vías respiratorias. En un documento publicado el 25 de junio, hace referencia a una revisión de las evidencias que concluye que “no existe evidencia sobre la eficacia y seguridad de la desinfección de SARS-CoV-2 con dispositivos de radiación con luz ultravioleta u ozono”.

La evidencia científica disponible, según la revisión, sugiere que “ambos dispositivos pueden reducir la población de virus de una superficie”. “Sin embargo, se desconoce si esa reducción es suficiente para conseguir la desinfección”, indica. ***

Además, Alcamí señala que es importante considerar tres aspectos: que la inhalación de ozono es tóxica para los pulmones, que la actividad virucida del ozono se da solo a determinadas concentraciones (65-75 microgramos/L) y que la limpieza de superficies con lejía tiene los mismos resultados.

La Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) advierte de que el contacto y la inhalación el ozono puede provocar síntomas y efectos agudos tardíos como falta de aliento, pérdida del conocimiento, alteraciones en el sistema nervioso central (como dolor de cabeza o mareos) y dolor y ardor en los ojos y en la piel.

Además, después de inhalar altas concentraciones, según la ECHA, aumenta el riesgo de sufrir un edema pulmonar (una acumulación anormal de líquido en los pulmones que causa dificultad para respirar) o una neumonía secundaria (neumonía que se desarrolla en el transcurso de otra enfermedad).**

La secretaría de Salud Laboral de Comisiones Obreras (CCOO) de Construcción y Servicios alerta en un documento de los daños en la salud que conlleva el uso de ozono, "tanto a los trabajadores que lo están utilizando como a aquellos que están en las zonas de trabajo donde se ha utilizado".

Según asegura CCOO, la aplicación de un biocida exige un método específico y un protocolo de trabajo para realizarlo de manera segura. Por ello, critica que la falta de autorización y de registro del ozono como biocida hace que no se exijan los conocimientos necesarios al personal que lo aplica como, según explica, sí que ocurre con otros virucidas autorizados. "Además se crea una falsa seguridad al no estar contrastada su eficacia frente a la COVID-19", afirma.

Como hemos mencionado anteriormente, el Ministerio de Sanidad ofrece algunas medidas para la aplicación del ozono. Por ejemplo, que no se puede aplicar en presencia de personas, que quienes lo aplican deben disponer de los EPI adecuados o que antes de utilizar el área desinfectada hay que ventilar adecuadamente.

Pero para CCOO, las medidas son insuficientes. "La falta de mediciones para determinar concentraciones de ozono durante su aplicación no permite valorar el nivel de exposición que se produce en el lugar de trabajo donde se aplica, en base a los Valores Límite Ambientales de referencia publicados por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo y, por tanto, se desconoce la gravedad del riesgo", afirma.

Por ello, aboga por el uso de productos biocidas alternativos con capacidad virucida conocida y autorizada. Estos productos, según indica, deberían ser aplicados por personal profesional y especializado para minimizar los daños a la salud de los trabajadores.**

*Hemos actualizado este artículo con la nota que publicó el Ministerio de Sanidad el pasado 27 de abril en relación a la comercialización y uso de máquinas de ozono como método de desinfección.

** Hemos actualizado este artículo el 29 de mayo con información sobre el ozono de la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos y un documento de CCOO de Construcción y Servicio titulado "El uso indiscriminado del ozono contra la COVID-19 nos puede costar la salud".

*** Actualizado el 26 de junio con las advertencias del Ministerio de Sanidad

Por favor, lee y acepta la Política de Privacidad.

Creamos herramientas periodísticas para que no te la cuelen: Maldita Hemeroteca, Maldito Bulo, Maldita Ciencia, Maldito Dato y Maldita Tecnología.